¿En qué piensas Tú, muerto, Cristo mío?
¿Por qué ese velo de cerrada noche
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno cae sobre tu frente?
Miras dentro de Ti, donde está el reino
de Dios; dentro de Ti, donde alborea
el sol eterno de las almas vivas.
Blanco tu cuerpo está como el espejo
del padre de la luz, del sol vivífico;
blanco tu cuerpo al modo de la luna
que muerta ronda en torno de su madre
nuestra cansada vagabunda tierra;
blanco tu cuerpo está como la hostia
del cielo de la noche soberana,
de ese cielo tan negro como el velo
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno.
¿Por qué ese velo de cerrada noche
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno cae sobre tu frente?
Miras dentro de Ti, donde está el reino
de Dios; dentro de Ti, donde alborea
el sol eterno de las almas vivas.
Blanco tu cuerpo está como el espejo
del padre de la luz, del sol vivífico;
blanco tu cuerpo al modo de la luna
que muerta ronda en torno de su madre
nuestra cansada vagabunda tierra;
blanco tu cuerpo está como la hostia
del cielo de la noche soberana,
de ese cielo tan negro como el velo
de tu abundosa cabellera negra
de nazareno.
Sensacional Unamuno!!!
ResponderEliminar"donde alborea
el sol eterno de las almas vivas."
Una frase que deja el espíritu mío en suave congoja..
Vive la semana , disfruta!!
Los colores y los efectos plásticos nos hacen ver la imagen. Sobre mí resonará siempre el Unamuno que busca a Dios desde la niebla y aquellos versos: "porque este Cristo de mi tierra es tierra".
ResponderEliminarTerribles siempre los versos de Unamuno, inmejorable elección para el Miércoles Santo.
Increible la antología con la que nos estás deleitando la Semana Santa. Un abrazo, querido profe.