El alma del poeta, profunda,
triste, grande, desbórdase en sus
himnos, se queja en sus
cantares; a veces sube al cielo
en alas de los ángeles, y a veces
al abismo precipitada cae.
Entre entusiasmo y lágrimas
eternamente flota, como el
esquife frágil, juguete de las olas.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
triste, grande, desbórdase en sus
himnos, se queja en sus
cantares; a veces sube al cielo
en alas de los ángeles, y a veces
al abismo precipitada cae.
Entre entusiasmo y lágrimas
eternamente flota, como el
esquife frágil, juguete de las olas.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
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