jueves, 23 de julio de 2009

Machado, Antonio. Al maestro Rubén Darío.


Este noble poeta, que ha escuchado
los ecos de la tarde y los violines
del otoño en Verlaine, y que ha cortado
las rosas de Ronsard en los jardines
de Francia, hoy, peregrino
de un Ultramar de Sol, nos trae el oro
de su verbo divino.
¡Salterios del loor vibran en coro!
La nave bien guarnida,
con fuerte casco y acerada prora,
de viento y luz la blanca vela henchida
surca, pronta a arribar, la mar sonora.
Y yo le grito: ¡Salve! a la bandera
flamígera que tiene
esta hermosa galera,
que de una nueva España a España viene.

Antonio Machado. (1875-1939)


1 comentario:

  1. Siempre viene de gusto, reposar en tu espacio...
    Es un descanso de sosiego para el alma y la mente.
    Hacía días que no visitaba, pero tu espacio es un rincon que te llama y pide ser saboreado con intensidad y calma.
    Un abrazo.
    Isabel

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