sábado, 11 de julio de 2009

Jiménez, Juan Ramón. El viaje definitivo.



... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostáljico...

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

(De "Poemas agrestes", 1910-1911)



Escucha el poema recitado por Paco Valladares:


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2 comentarios:

  1. Ese espíritu errante, volviendo a los hábito conocidos, a los lugares queridos, a los colores deseados es tan real como sólo la poesía puede explicar lo inexplicable. Inmensidad y vilsumbres de eternidad en este gran poeta. Un abrazo.

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  2. Ley de vida, el irse llevándose sólo las sensaciones impregnadas en la piel, para que los otros y otros sigan su rumbo, y puede que el mismo que hizo él.
    Precioso poema transcendetal del ser humano.
    Un abrazo Profe.
    Isabel Gómez

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