Tú me abandonarás en primavera,
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.
Creerá el olivo de la carretera
ya en su rama los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.
Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.
Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido.
Antonio Gala (1936-)
Escucha el poema recitado por el propio autor:
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.
Creerá el olivo de la carretera
ya en su rama los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.
Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.
Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido.
Antonio Gala (1936-)
Escucha el poema recitado por el propio autor:
Y cantado por Clara Montes:
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Qué soneto terrible, dolorosísimo, intenso, veraniego e invernal. Maravilla y sufrir. Besitos.
ResponderEliminarPrecioso poema, y además de Gala. Cantado, ya no te digo..., de presiagio y de sentida emoción de dolor.
ResponderEliminarUn abrazo. Isabel
Solo Gala puede expresar tan bien en un poema, la unión del verdear de la primavera con el otoño de la relación expresado en ese secadero de los granados. Las imágenes como siempre maravillosas.
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