jueves, 1 de octubre de 2009

Crémer, Victoriano. Cansancio.



A tu embate me rindo. Ya no lucho
por conseguir tu beso. Estoy cansado,
y a través de la carne luminosa
he conseguido ver. Saber de ti.

Tú, tan remota, tan alejada siempre
del caudal de esta sangre, te has entrado
como un viento en las venas y tu furia
desordenó la gracia de mis trigos.

Me llegan las palabras, de ti misma,
y en ti, cuajada, queda la mirada.
Soy un ajeno mármol que rechaza
tus calientes caricias de pantera.

Perseguías girar en mis hogueras,
azotarte en mis llamas, reclinarte
sumisa entre mis cardos violentos,
mientras la sangre choca y se devela.

Pero ya no es posible. Estoy cansado;
seco como una estrella. Ya no lucho.
Sonrío, contemplando hombres de sueño,
buscándote en callejas temerarias.

Victoriano Crémer (1907 - 2009)

4 comentarios:

  1. "te has entrado
    como un viento en las venas y tu furia
    desordenó la gracia de mis trigos."

    Qué belleza más pura encierra el trigo...cuánta vida nace, de su sólo nombre, cuando nos toca en un susurro.

    Un abrazo, profe

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  2. Hoy Profe, el último párrafo de este maravilloso poema, es el reflejo de mi estar.
    Muy bueno.
    Gracias.
    Isabel

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  3. ¡Qué bonitoooo!!
    "buscándote en callejas temerarias". No tiene desperdicio, es una belleza del principio al fin. Un alma transida de lirismo que bulle, en estado puro.
    Un privilegio como pocos. Cuánto me ha gustado y traspasado.
    Un besazo.

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  4. ¡Qué fuerza hay en este poema! no lo conocía, lo guardaré para siempre.
    Gracias Profe.

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