... Hablo como sin piel. Es de noche.
Estoy como la brisa entre los dedos del anciano.
Escribo palotes oscuros que se mueven,
tiemblo a su lado como un niño,
echo borrones, vuelco el tintero. Hablo.
Me dirijo a mí mismo, como el ciego que se apoya en la pared.
Pido limosna a mis palabras,
frecuento lo árido de mi corazón,
hago solitarios con mis imágenes más íntimas,
releo mis cuadernos, los tacho,
los tiro,
los estrujo furiosamente
y olvidando mis tiradas palabras,
simplemente,
te rezo
Leopoldo Panero (1909-1962)
Otros poemas de Leopoldo Panero
Estoy como la brisa entre los dedos del anciano.
Escribo palotes oscuros que se mueven,
tiemblo a su lado como un niño,
echo borrones, vuelco el tintero. Hablo.
Me dirijo a mí mismo, como el ciego que se apoya en la pared.
Pido limosna a mis palabras,
frecuento lo árido de mi corazón,
hago solitarios con mis imágenes más íntimas,
releo mis cuadernos, los tacho,
los tiro,
los estrujo furiosamente
y olvidando mis tiradas palabras,
simplemente,
te rezo
Leopoldo Panero (1909-1962)
Otros poemas de Leopoldo Panero
Esto es hablar y esto es escribir. Las palabras adquieren su dimensión mística. Increíbles versos. Una verdadera joya, me ha encantado y trasmutado mi ánimo.
ResponderEliminarLa poesía vida y amor. Afortunadamente existen blogs como éste llenos de luz. Besitos.
No conocía estos versos de Panero, son profundos y bellos, a la vez.
ResponderEliminarGracias por el alimento poético que nos brindas a quienes te leemos.
un saludo,
Martha