¡Mis ojos no te buscan sobre la tierra inmensa!
eres tú mis ojos dilatándose.
Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos
soy yo que me libero de mí para que llores.
¡Cuán tú soy yo conmigo, amor; qué me enajenas!
¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte
viniéndote de mí, muriéndome contigo!
eres tú mis ojos dilatándose.
Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos
soy yo que me libero de mí para que llores.
¡Cuán tú soy yo conmigo, amor; qué me enajenas!
¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte
viniéndote de mí, muriéndome contigo!
Carmen Conde (1907-1996)
Mágnífico!!!
ResponderEliminarCuanto se reconforta mi alma!!!
Gracias...
Tu blog es muy bueno, es un agrado encontrarme con un espacio como este. Saludos!!
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