miércoles, 31 de diciembre de 2008

De Cuenca, Luis Alberto. Hola mi amor, yo soy el lobo.

Hola, mi amor...

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para oírte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para verte mejor.
Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para oirte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.

Si con tus garras
me quisieras abrazar
si con tus dientes
me quisieras tú besar.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para hablarte mejor.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para hablarte mejor.

Yo, lo que quiero,
es tu cuerpo tan brutal
y lo que adoro
es tu fuerza de animal.

Si con tus garras
me quisieras abrazar
y con tus dientes
me quisieras tú besar.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
te compraría un anillo,
un pastel, un collar.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero bailar contigo
un lindo rock´n´roll. (bis)

Yo sólo quiero
una noche sin final
en la que ambos
nos podamos devorar.

Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950)

(Escucha la versión de la Orquesta Mondragón. Canta Gurruchaga)

martes, 30 de diciembre de 2008

González, Ángel. Concierto-recital "La palabra en el aire"

Concierto-recital de Ángel G. y Pedro Guerra.

Pedro Guerra - Angel Gonzalez
(Haz clic en los nombres para escuchar)

lunes, 29 de diciembre de 2008

Cernuda, Luis. Donde habite el olvido.


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda (1902 - 1963)

(Al final de este video, el propio Cernuda recita su poema)



Lee y escucha poemas de Luis Cernuda en

domingo, 28 de diciembre de 2008

Celaya, Gabriel. La poesía es un arma cargada de futuro.



LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
más se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
que golpea las tinieblas.

Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades;
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades,
amorosas crueldades.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos,
dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo,
cultural por los neutrales, que lavándose las manos
se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido,
partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren.
Y canto respirando. Canto y canto y cantando
más allá de mis penas,
de mis penas personales, me ensancho,
me ensancho.

Quiero daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso, con técnica, que puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España,
a España en sus aceros.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo,
y en la tierra son actos.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Anónimo. Romance de la loba parda. Joaquín Díaz.

Estando yo en la mi choza pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas, no paran en la majada.
Vide venir siete lobos por una oscura cañada.
Venían echando suertes cuál entrará a la majada;
le tocó a una loba vieja, patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos como punta de navaja.
Dio tres vueltas al redil y no pudo sacar nada;
a la otra vuelta que dio, sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra, nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos para el domingo de Pascua.
—¡Aquí, mis siete cachorros, aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros, a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega, cenaréis leche y hogaza;
y si no me la cobráis, cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron por unas sierras muy agrias.
Al subir un cotarrito la loba ya va cansada:
—Tomad, perros, la borrega, sana y buena como estaba.
—No queremos la borrega, de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja pa' el pastor una zamarra;
el rabo para correas, para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón, para meter las cucharas;
las tripas para vihuelas para que bailen las damas.

(Tradicional)

(Escucha la versión de Joaquín Díaz) 

viernes, 26 de diciembre de 2008

Neruda, Pablo. ODA AL CALDILLO DE CONGRIO.


EN el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo
grávido y suculento,
provechoso.
Lleven a la cocina
el congrio desollado,
su piel manchada cede
como un guante
y al descubierto queda
entonces
el racimo del mar,
el congrio tierno
reluce
ya desnudo,
preparado
para nuestro apetito.
Ahora
recoges
ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso,
huele
su fragancia iracunda,
entonces
deja el ajo picado
caer con la cebolla
y el tomate
hasta que la cebolla
tenga color de oro.
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya llegaron
a su punto,
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo
del océano
y por el agua clara
que desprendió la luz de la cebolla,
entonces
que entre el congrio
y se sumerja en gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se impregne.
Ya sólo es necesario
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa espesa,
y al fuego
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el caldillo
se calienten
las esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién casados
los sabores
del mar y de la tierra
para que en ese plato
tú conozcas el cielo.

(De "Odas elementales")

Pablo Neruda, (1904-1973)

jueves, 25 de diciembre de 2008

García Lorca. Federico. Romance de la luna luna.


(a Conchita García Lorca)

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.

Federico García Lorca, (1898-1936)

(Escucha la versión de Paco Ibáñez)

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Panero Leopoldo. Epitafio.

Ha muerto
acribillado por los besos de sus hijos,
absuelto por los ojos más dulcemente azules
y con el corazón más tranquilo que otros días,
el poeta Leopoldo Panero,
que nació en la ciudad de Astorga
y maduró su vida bajo el silencio de una encina.
Que amó mucho,
bebió mucho y ahora,
vendados sus ojos,
espera la resurrección de la carne
aquí, bajo esta piedra.

Leopoldo Panero (1909-1962)

(Ver documental "El Desencanto", de Jaime Chávarri, sobre Leopoldo Panero)
("Las personas que más intimamente estuvieron ligadas a él, Felicidad Blanc, su viuda, y sus tres hijos, recuerdan aquel caluroso día de agosto. El recuerdo queda sometido a algo más que aquella fecha. Surgen otras vivencias. Y a través de la palabra y del recorrido por las habitaciones, objetos, calles y lugares perdidos se desvela la historia de unos años y unas personas unidas por vínculos familiares que, en ningún momento, huyen de la expresión de sus diferencias y de sus identidades")



Consultar Antología de Poemas

Leer y escuchar poemas de Leopoldo Panero en
La Palabra Virtual

martes, 23 de diciembre de 2008

Rojas, Gonzalo. Carbón.


Veo un río veloz brillar como un cuchillo, partir mi Lebú en dos mitades de fragancia, lo escucho,
lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces,
cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento
como una arteria más entre mis sienes y mi almohada.

Es él. Está lloviendo.
Es él. Mi padre viene mojado. Es un olor
a caballo mojado. Es Juan Antonio
Rojas sobre un caballo atravesando un río.
No hay novedad. La noche torrencial se derrumba
como mina inundada, y un rayo la estremece.

Madre, ya va a llegar: abramos el portón,
dame esa luz, yo quiero recibirlo
antes que mis hermanos. Déjame que le lleve un buen vaso de vino
para que se reponga, y me estreche en un beso,
y me clave las púas de su barba.

Ahí viene el hombre, ahí viene
embarrado, enrabiado contra la desventura, furioso
contra la explotación, muerto de hambre, allí viene
debajo de su poncho de Castilla.

Ah, minero inmortal, ésta es tu casa
de roble, que tú mismo construiste. Adelante:
te he venido a esperar, yo soy el séptimo
de tus hijos. No importa
que hayan pasado tantas estrellas por el cielo de estos años,
que hayamos enterrado a tu mujer en un terrible agosto,
porque tú y ella estáis multiplicados. No
importa que la noche nos haya sido negra
por igual a los dos.
-Pasa, no estés ahí
mirándome, sin verme, debajo de la lluvia.


Gonzalo Rojas (1917 - )

Escucha el poema recitado por su autor:

lunes, 22 de diciembre de 2008

Machado, Manuel. Castilla.

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro— el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo...
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

"Buen Cid, pasad... El Rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El cielo os colme de venturas...
¡En nuestro mal, ¡oh Cid! no ganáis nada!"

Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: "¡En marcha!"
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro— el Cid cabalga.

MANUEL MACHADO (1874-1947)

domingo, 21 de diciembre de 2008

Hernández, Miguel. Nanas de la cebolla.


La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

Miguel Hernández (1910-1942)

(Escucha el poema cantado por J.M. Serrat)


sábado, 20 de diciembre de 2008

Gala, Antonio. A trabajos forzados.


(Antonio Gala en Wikipedia)

A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez declare mi inocencia,

porque, en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

Antonio Gala (1932 - )

(Escucha el poema en la voz de Clara Montes)


Y la versión de Antonio Vega 
(para contentar a todos)
  

viernes, 19 de diciembre de 2008

Lennon, John. Merry Christmas



YA ES NAVIDAD,
Y ¿QUÉ HAS HECHO?
OTRO AÑO SE ACABA
Y UNO NUEVO VA A EMPEZAR.
Y YA ES NAVIDAD,
ESPERO QUE TE DIVIERTAS,
EL QUE ESTÁ CERCA Y EL QUERIDO,
EL VIEJO Y EL JOVEN.

(ESTRIBILLO)

Y UNAS MUY MUY FELICES NAVIDADES
Y UN FELIZ AÑO NUEVO,
DAR ESPERANZA ES BUENO,
SIN NINGÚN MIEDO.

Y YA ES NAVIDAD,
PARA LOS DÉBILES Y LOS FUERTES,
PARA LOS RICOS Y LOS POBRES,
ES MUNDO ESTÁ TAN MAL REPARTIDO.

Y UNAS FELICES NAVIDADES,
AL NEGRO Y AL BLANCO,
AL AMARILLO Y A LOS ROJOS,
QUE SE PAREN TODAS LAS LUCHAS.

(ESTRIBILLO)

LA GUERRA HA TERMINADO,
SI TÚ LO QUIERES
LA GUERRA HA TERMINADO...


[SO THIS IS CHRISTMAS,
AND WHAT HAVE YOU DONNE
ANOTHER YEAR OVER,
AND A NEW ONE JUST BEGUN.
AND SO THIS IS CHRISTMAS,
I HOPE YOU HAVE FUN,
THE NEAR AND THE DEAR ONE,
THE OLD ONE AND THE YOUNG.

(CHORUS)

AND A VERY MERRY CHRISTMAS
AND A HAPPY NEW YEAR
LET´S HOPE IT´S A GOOD ONE
WHITOUT ANY FEAR.

AND SO THIS IS CHRISTMAS,
FOR WEAK AND FOR STRONG,
FOR RICH AND THE POOR ONES,
THE WORLD IS SO WRONG.

AND SO HAPPY CHRISTMAS
FOR BLACK AND FOR WHITE,
FOR YELLOW AND RED ONES,
LET´S STOP ALL THE FIGHT.

(CHORUS)

WAR IS OVER,
IF YOU WANT IT
WAR IS OVER NOW!...]


John Lennon (1940 - 1980)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Manuel, Víctor. El portalín de piedra.

Vamos despierta María
que ta llorando el tu neñu
dai de mamar que tien fame
cantai suavín que tien sueñu
Poni la albarda a la burra
vamos marchar d’esti pueblu
que nos lu quieren matar
y yo nun quiero perderlu
Y en el portalín de piedra taben María y Xosé
taba María llorando taba nerviosu Xosé
Saca un pañal de la cesta
y lávame esti en el río
sube María a la burra
tapa al neñín que fai frío
y vámonos lejos cuanti mas meyor
que Herodes ta llocu y nun tien razón.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Berlin, Irving. Blanca Navidad


Sueño con unas navidades blancas,
como las que yo solía ver,
en las que la copa de los árboles brilla
y los niños escuchan
cómo suenan los cascabeles en la nieve.

Sueño con unas navidades blancas,
con cada postal de navidad que escribo,
que tus días sean felices y brillantes,
y que todas tus navidades sean blancas.

[I'm dreaming of a white Christmas
Just like the ones I used to know
Where the treetops glisten,
and children listen
To hear sleigh bells in the snow

I'm dreaming of a white Christmas
With every Christmas card I write
May your days be merry and bright
And may all your Christmas’s be white.]

White Christmas,
de
Berlin, Irving (1888- 1989)

martes, 16 de diciembre de 2008

Mohr, Joseph. Noche de paz..


Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
Entre los astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.

Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están;
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén

Noche de paz, noche de amor;
Todo duerme en derredor;
sobre el Santo Niño Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey,
Brilla sobre el Rey.

Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la Madre también
Y la estrella de paz,
y la estrella de paz.
[Stille Nacht! Heilige Nacht!
Alles schläft; einsam wacht
Nur das traute heilige Paar.
Holder Knab im lockigten Haar,
Schlafe in himmlischer Ruh!
Schlafe in himmlischer Ruh!
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Gottes Sohn! O wie lacht
Lieb´ aus deinem göttlichen Mund,
Da schlägt uns die rettende Stund,
Jesus in deiner Geburt!
Jesus in deiner Geburt!
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Die der Welt Heil gebracht,
Aus des Himmels goldenen Höhn
Uns der Gnaden Fülle läßt seh´n
Jesum in Menschengestalt,
Jesum in Menschengestalt
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Wo sich heut alle Macht
Väterlicher Liebe ergoß
Und als Bruder huldvoll umschloß
Jesus die Völker der Welt,
Jesus die Völker der Welt.
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Lange schon uns bedacht,
Als der Herr vom Grimme befreit,
In der Väter urgrauer Zeit
Aller Welt Schonung verhieß,
Aller Welt Schonung verhieß.
Stille Nacht! Heilige Nacht!
Hirten erst kundgemacht
Durch der Engel Alleluja.
Tönt es laut bei Ferne und Nah:
Jesus, der Retter ist da!
Jesus, der Retter ist da!]
Joseph Mohr (1792-1848)


lunes, 15 de diciembre de 2008

De la Cruz, San Juan. Villancico


Del Verbo Divino,
la Virgen preñada,
viene camino,
¿si le dais posada?

San Juan de la Cruz (1542 - 1591)

(Escucha la versión de Amancio Prada)


domingo, 14 de diciembre de 2008

Guillén, Nicolás. Balada de los dos abuelos.

Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.

Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.

Pie desnudo, torso pétreo
los de mi negro;
pupilas de vidrio antártico
las de mi blanco!

Africa de selvas húmedas
y de gordos gongos sordos...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
Aguaprieta de caimanes,
verdes mañanas de cocos...
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
Oh velas de amargo viento,
galeón ardiendo en oro...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
¡Oh costas de cuello virgen
engañadas de abalorios...!
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
¡Oh puro sol repujado,
preso en el aro del trópico;
oh luna redonda y limpia
sobre el sueño de los monos!

¡Qué de barcos, qué de barcos!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero!
Piedra de llanto y de sangre,
venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio,
y una gran voz, fuerte voz,
despedazando el silencio.
¡Qué de barcos, qué de barcos,
qué de negros!

Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.

Don Federico me grita
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.

--¡Federico!
¡Facundo! Los dos se abrazan.
Los dos suspiran. Los dos
las fuertes cabezas alzan;
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas;
los dos del mismo tamaño,
ansia negra y ansia blanca,
los dos del mismo tamaño,
gritan, sueñan, lloran, cantan.
Sueñan, lloran, cantan.
Lloran, cantan.
¡Cantan!

Nicolás Guillén (1902 - 1989)

Escucha el poema en la voz del propio poeta

Y muchos más en La palabra virtual

sábado, 13 de diciembre de 2008

González, Ángel. Para que yo me llame ...

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

Ángel González (1925-2008)

Ángel González recita su poema

viernes, 12 de diciembre de 2008

De Quevedo, Fco. Érase un hombre...


Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.

Fco. de Quevedo (1580-1645)


jueves, 11 de diciembre de 2008

Panero, Leopoldo Mª . Lamento del vampiro.


Vosotros, todos vosotros, toda
esa carne que en la calle
se apila, sois
para mí alimento,
todos esos ojos
cubiertos de legañas, como de quien no acaba
jamás de despertar, como
mirando sin ver o bien sólo por sed
de la absurda sanción de otra mirada,
todos vosotros
sois para mí alimento, y el espanto
profundo de tener como espejo
único esos ojos de vidrio, esa niebla
en que se cruzan los muertos, ese
es el precio que pago por mis alimentos.
De “Last night together” (1980)
(Escucha el poema en versión de Bumbury- ¡No tengas miedo... Jajaja! - )



Conce a Leopoldo María Panero:

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Guillén, Nicolás. Adivinanzas


En los dientes, la mañana,
y la noche en el pellejo.
¿Quién será, quién no será ?
-El negro.

Con ser hembra y no ser bella,
harás lo que ella te mande.
¿Quién será, quién no será ?
-El hambre.

Esclava de los esclavos,
y con los dueños tirana.
¿Quién será, quién no será ?
-La caña.

Escándalo de una mano
que nunca ignora la otra.
¿Quién será, quién no será ?
-La limosna.

Un hombre que está llorando
con la risa que aprendió.
¿Quién será, quién no será ?
-Yo.

Nicolás Guillén (1902-1989)

Escucha el poema en la voz del propio poeta

martes, 9 de diciembre de 2008

Machado, Manuel. La lola se va a los puertos


"La Lola se va a los Puertos.
La Isla se queda sola".
Y esta Lola, ¿quién será,
que así se ausenta, dejando
la Isla de San Fernando
tan sola cuando se va...?

Sevillanas,
chuflas, tientos, marianas,
tarantas, tonás, livianas...
Peteneras,
soleares, soleariyas,
polos, cañas, seguiriyas,
martinetes, carceleras...
Serranas, cartageneras.
Malagueñas, granadinas.
Todo el cante de Levante,
todo el cante de las minas,
todo el cante...
que cantó tía Salvaora,
la Trini, la Coquinera,
la Pastora...,
y el Fillo, y el Lebrijano,
y Curro Pabla, su hermano,
Proita, Moya, Ramoncillo,
Tobalo -inventor del polo-,
Silverio, Chacón, Manolo
Torres, Juanelo, Maoliyo...

Ni una ni uno
-cantaora o cantaor-,
llenando toda la lista,
desde Diego el Picaor
a Tomás el Papelista
(ni los vivos ni los muertos),
cantó una copla mejor
que la Lola...
Esa que se va a los Puertos
y la Isla se queda sola.

Manuel Machado (1874-1947)

lunes, 8 de diciembre de 2008

De Quevedo, Fco. Poderoso caballero es don dinero.


Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)

(Escucha la versión de Paco Ibañez)

Blanco White, J.Mª. Oda a La Inmaculada

Oda a La Inmaculada Concepción,
de J.Mª Blanco White
(Es un enlace externo, muy completo, sobre la Inmaculada. Saldrás de este blog)

Letra de la versión de Shubert:

"Ave María
Gratia plena
Maria, gratia plena
Maria, gratia plena
Ave, ave dominus
Dominus tecum
Benedicta tu in mulieribus
Et benedictus
Et benedictus fructus ventris
Ventris tuae, jesus.
Ave maria

Ave María
Mater dei
Ora pro nobis peccatoribus
Ora pro nobis
Ora, ora pro nobis peccatoribus
Nunc et in hora mortis
Et in hora mortis nostrae
Et in hora mortis nostrae
Et in hora mortis nostrae
Ave María"

(Escúchala cantada por Pavarotti)

domingo, 7 de diciembre de 2008

Víctor Manuel. España camisa blanca.


"España camisa limpia de mi esperanza y de mi palabra viva…"
Blas de Otero

España camisa blanca de mi esperanza
reseca historia que nos abraza
por acercarse sólo a mirarla.
Paloma buscando cielos más estrellados
donde entendernos sin destrozarnos
donde sentarnos y conversar.

España camisa blanca de mi esperanza
la negra pena nos amenaza
la pena deja plomo en las alas.
Quisiera poner el hombro y pongo palabras
que casi siempre acaban en nada
cuando se enfrentan al ancho mar.

España camisa blanca de mi esperanza
a veces madre y siempre madastra;
navaja, barro, clavel, espada.
Nos haces siempre a tu imagen y semejanza
lo bueno y malo que hay en tu estampa
de peregrina a ningún lugar.

España camisa blanca de mi esperanza
de fuera a adentro, dulce o amarga
de olor a incienso, de cal y caña.
Quien puso el desasosiego en nuestras entrañas
nos hizo libres pero sin alas
nos dejos el hambre y se llevó el pan.

España camisa blanca de mi esperanza
aquí me tienes nadie me manda
quererte tanto me cuesta nada.
Nos haces siempre a tu imagen y semejanza
lo bueno y malo que hay en tu estampa
de peregrina a ningún lugar.

sábado, 6 de diciembre de 2008

ALBERTI, RAFAEL. Se equivocó la paloma / El mar, la mar

Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.

Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)

(Escucha la versión de Ana Belén)



(Escucha también al propio Rafael Alberti recitando "El mar, la mar")


viernes, 5 de diciembre de 2008

Hernández, Miguel. Vientos del pueblo


Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Miguel Hernández (1910-1942)

Escucha el poema recitado por Alberti y cantado por Jarcha


jueves, 4 de diciembre de 2008

García Lorca. Preciosa y el aire.


                   A Dámaso Alonso


Su luna de pergamino

Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.


El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.

En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.

Y los gitanos del agua
levantan por distraerse

glorietas de caracolas

y ramas de pino verde.

Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.


San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira a la niña tocando
una dulce gaita ausente.

-Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.

Preciosa tira el panadero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente.

Frunce su rumor el mar.
Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de umbría
y el liso gong de nieve.

¡Preciosa, corre, Preciosa,
que te coge el viento verde!
¡Preciosa, corre, Preciosa!
¡Miralo por dónde viene!
Sátiro de estrellas bajas
con sus lenguas relucientes.

Preciosa, llena de miedo,
entra en la casa que tiene,
mas arriba de los pinos,
el consul de los ingleses.

Asustados por los gritos
tres carabineros vienen,
sus negras capas ceñidas
y los gorros en las sienes.

El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.

Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento furioso muerde.

Del "Romancero gitano"

Escucha la recitación de Miguel Herrero